“Actividad física, un pilar del aprendizaje”
Mi experiencia
partió de una situación presentada con un estudiante, quién se integró al
aula el presente año, procedente del país de Venezuela y que tenía dificultad
en el área de Arte y Cultura. En el desarrollo de la clase observaba que no
mostraba entusiasmo por el desarrollo de las actividades artísticas
hasta que luego llegó el momento en que me decía que él no sabía dibujar
para así luego en próximas clases expresarme
que dejaría de continuar o realizar su trabajo artístico. Por ello procedo a
citar a la madre del menor, quien me manifiesta que a diferencia del Perú, en
su país todos los (as) estudiantes pasan de grado al margen de su rendimiento escolar.
Es aquí donde
veo que hay la necesidad de mejorar mi práctica pedagógica en lo referente a
cómo estoy realizando las clases en el
área de Arte y Cultura y así también lograr que mi estudiante sienta esa
emoción y entusiasmo al realizar sus
actividades artísticas específicamente en lo relacionado al dibujo. Me pregunté
a mí mismo ¿Qué le gusta a todo niño? y mi respuesta fue: “jugar y estar en movimiento” y es por ello que he elegido la estrategia de
“Práctica de actividad física”, la cual permitiría conectar el saber previo del
estudiante con el nuevo saber teniendo como nexo al movimiento corporal; ya que
debemos comprender que el cuerpo, el movimiento y el cerebro son inseparables
en el proceso de aprendizaje y desarrollo humano, motivo por el cual decido
firmemente aplicar mi estrategia seleccionada.
Los pasos que seguí para la aplicación de
esta estrategia fue siempre iniciar la clase del área en mención con una
actividad física, como por ejemplo poner música y que los estudiantes realicen
movimientos corporales de las partes principales del cuerpo (cabeza, cuello,
tórax, miembros superiores e inferiores), en otras ocasiones que se muevan al
ritmo que les inspire la música sin ser requisito indispensable el saber los
pasos de baile. Luego pasé a realizar movimientos con los dedos de las manos
(ejemplo: abrir y cerrar la mano, representaciones mímicas, entre otros) para de esta forma
predisponer el cuerpo y la mente en la
actividad artística a desarrollar (origami, kirigami, collage, pintado y
dibujo). En lo concerniente a la técnica del dibujo opté por que él manipule los
objetos antes de dibujarlos, ya que los movimientos en la manipulación de
objetos favorecen el aprendizaje; como por ejemplo en el “Bodegón artístico” de
frutas y verduras, donde todos los
educandos trajeron las frutas y verduras que consumían en casa para luego pasar
a dibujarlas y pintarlas de acuerdo a su forma, tamaño, color y textura tal
como lo palpaban con sus manos y veían con sus ojos. Para el desarrollo de la presente estrategia
tuve en cuenta lo aprendido en el curso virtual “Los aportes de la
neuroeducación en el proceso de enseñanza y aprendizaje”, específicamente lo
relacionado con las “estrategias basadas en la neuroeducación para el logro del
aprendizaje” teniendo en consideración como por ejemplo el video sobre “Los
beneficios del ejercicio para tu cerebro. Wendy Suzuki, neurocientífica”, el
cual es una entrevista del BBVA a la neurocientífica Wendy Suzuki acerca del
impacto directo de la actividad física en el cerebro, resumiendo de manera
efectiva el impacto que produce la actividad física en el aprendizaje a lo
largo de toda la vida; así también las orientaciones
bridadas en el “Fascículo de la Unidad 2- Sesión 2” del curso en mención, para
promover la actividad física desde la práctica pedagógica.
Al comienzo
pensé que quizás el estudiante en lugar de tomar a bien la estrategia aplicada por el contrario podría cerrarse en no querer
realizarla, aun con mayor fuerza, los dibujos solicitados pudiendo generarse sin
querer una situación de estrés negativo; pero fue asombroso para mí verlo a dicho
estudiante mucho más motivado, alegre y con gran expectativa de lo que se
iba a desarrollar en el área de Arte y Cultura,
descubriendo además que tenía un talento para el baile y los movimientos
corporales (coordinación motriz gruesa),
lo cual facilitó su conexión con los movimientos de los dedos de las manos y la
coordinación óculo manual (coordinación motriz fina) necesaria para dibujar
(con mucho más atención, enfoque y precisión). Cabe recordar que “La
manipulación, a través del sentido del tacto, ayuda a las niñas y los niños a
construir ideas abstractas a partir de experiencias concretas. Favorece el
pensamiento simbólico, una capacidad esencial para el aprendizaje del lenguaje
y las matemáticas” (Cabrera D. & Cabrera L., 2015). A todo ello hay que
considerar la retroalimentación constante brindada durante el proceso de
desarrollo de las actividades. Así también dialogué con la madre del estudiante
para que en casa lo motive y estimule a dibujar a través del uso de la técnica
de la cuadrícula, trazos de aprestamiento y el pintado de imágenes.
Considero que
fue muy provechoso el aporte que me ofreció
el curso, ya que tuve de una forma conveniente el saber que me posibilitaría atender
de manera óptima la situación presentada, como por ejemplo; el saber rescatar
los saberes previos del educando para así lograr conectarlos con el nuevo saber
o aprendizaje; que logrando un estado emocional favorable en el educando existe
mayor predisposición a lograr el aprendizaje; que la actividad física mejora
la actividad cerebral (sinapsis neuronal), el estado anímico y el aprendizaje con mayor rapidez ayudando
incluso a reducir el estrés; que los errores pueden aprovecharse en ayudar a
actualizar el saber anterior por el
nuevo saber mejorando la conectividad
entre la memoria operativa y la memoria de largo plazo y que la reflexión de lo
que el estudiante aprendió es imprescindible para su desarrollo cognitivo e integral (a través de la
metacognición).
La estrategia
aplicada me ayudó a lograr que el estudiante supere la dificultad que presentaba (ahora dibuja con seguridad y
siendo consciente que ello irá mejorando poco a poco con la práctica constante)
pero a su vez me sirvió de estímulo para
mejorar mi labor pedagógica ya que esta práctica (actividad física)
benefició en su desarrollo a todos (as)
las estudiantes del aula, logrando su bienestar emocional al verlos sentirse muy bien cuando realizaban
sus actividades artísticas y las gratas palabras de mi estudiante que me dijo
“lo pude hacer” y hoy en día cuando termina
sus trabajos u obras terminadas
se dirige prontamente para mostrármelas.
Lo más
sencillo fue iniciar la clase con diversas dinámicas de actividades físicas
seleccionando las más adecuadas según el propósito de las actividades de
aprendizaje las cuales se vieron beneficiadas por la participación de los
educandos, mejorando sus estados emocionales (más alegres, activos y
entusiastas) y predisponiéndolos para el aprendizaje; y lo más difícil fue que respetaran las consignas
en el desarrollo y/o aplicación de las técnicas artísticas, teniendo que
cumplir los criterios indicados sin que ello implicara el abandonar o dejar
inconclusa su obra ante el desafío o reto presentado . Considero que durante la
aplicación de esta estrategia, logré contribuir a que el estudiante
descubriera su potencial que tenía y que
a través de una serie de actividades desarrolladas en el marco de la
estrategia seleccionada en mención,
logre superar la dificultad que presentaba en cuanto a dibujar y que sumado al
apoyo incondicional y conjunto de sus padres, pudo hacerlo a tal punto que hoy
en día le genera mucha expectativa la clase de arte y cultura.
Si se tratara
de elegir otra estrategia para la misma situación, optaría por la de “Gestión
del estrés”; ya que nos ayuda a gestionar nuestras tareas y evitar la
procrastinación a través de: la práctica de la respiración consciente (técnica
del 7x7), la práctica de mindfulness (atención plena), el dividir el estudio en
bloques, retroalimentando los contenidos
y dormir adecuadamente, considerando el sueño como un componente de la
consolidación del aprendizaje. Si el estrés no lo manejamos adecuadamente y nos
domina, altera todo nuestro metabolismo y reduce la capacidad cognitiva y
emocional de nuestro cerebro, convirtiéndose en perjudicial para nuestra salud
mental y corporal.
A veces
creemos que las actividades físicas nos
demandan mucho tiempo en su realización
motivo por el cual los docentes no lo
incluyen en la planificación de sus actividades de aprendizaje pero déjenme
decirles que ello no es así y que por el contrario contribuyen con más facilidad a lograr lo que
ustedes se han propuesto, al tener y considerar una acción tan común e innata
en ellos como es la del movimiento corporal (actividad física).
Hoy me siento
en el compromiso de incluir y realizar actividades físicas en no únicamente el
área de Arte y Cultura, sino también en las demás áreas, ya que constituye un
pilar muy importante para el desarrollo
integral de mis estudiantes.
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